Como madura el cerebro adolescente y como nos ayuda esto en su educación
Como madura el cerebro adolescente y como nos ayuda esto en su educación
“Comprender que pasa en el cerebro adolescente, nos llevara a ser mejores docentes involuntariamente, por suerte”
Entender cómo
evoluciona la maduración cerebral de una adolescente, nos será de gran ayuda
para comprender sus conductas. La maduración del cerebro se inicia desde la
parte trasera a la frontal, es así como la última parte en madurar es el córtex
prefrontal y en tener las conexiones completamente conectadas con el resto. Esta
progresión madurativa a diferentes niveles genera un desequilibrio entre las diferentes
partes del cerebro como son la amígdala, núcleo accumbens y el córtex prefrontal.
Veamos de que se encarga cada parte y de que consecuencias nos deja este
desajuste madurativo.
LA AMIGADALA
En la amígdala se
concentran la gran mayoría de funciones que tienen relación con las emociones.
Todos recordamos los cambios repetimos de humor, acontecimientos cuotidianos
vividos como una tragedia o momentos de euforia espontanea, que los asociamos a
la adolescencia. Esto es debido a que la amígdala está en proceso de maduración.
Algunos estudios determinan que un adolescente vive las emociones con el doble
de magnitud que un adulto.
EL NÚCLEO ACCUMBENS
Esta parte del
cerebro está en una situación de maduración avanzada en la adolescencia si lo
comparamos con otras partes del cerebro. ¿Por qué es relevante? El núcleo
accumbens tiene una relación directa con la búsqueda de recompensas, y la satisfacción
inmediata, la búsqueda de situaciones de riesgo y situaciones excitantes y
todas aquellas actitudes y conductas que producen dopamina. Consecuencia que
los circuitos de recompensa están sobreactivados durante la adolescencia.
EL CÓRTEX PREFRONTAL
Se estipula que
la maduración del córtex prefrontal no finaliza hasta pasados los 24 años. Situación
que conlleva el desequilibrio madurativo durante la adolescencia. El córtex
prefrontal es el encargado de las funciones ejecutivas: planificar, inhibición de
conductas, organizar, autocontrol, guiar, el buen juicio, evaluar
comportamiento y la gestión de situación que requieran integrar conocimientos.
La batalla está
servida, tenemos emociones intensificadas, un anhelo a situaciones estimulantes
y de riesgo y el encargado de valorar, planificar y poner orden está dormido.
Todo ello lleva
varias situaciones de conflicto con los adultos. Si un adolecente está viviendo
una situación dramática y el mundo adulto solo le responde con frases de “no es
para tanto” o “no le des tanta importancia”. Esto genera una desconexión, porque
el adolescente se siente que no estas valorando la magnitud de su sentir.
Al mismo tiempo
podemos observar que los adolescentes no se contentan con una situación de
cierto riesgo, y poco a poco busquen más. Generando así bucles de dopamina. Esta
situación conduce a una actitud que parezca que nos reten o nos desafíen,
consecuencia de su situación bioquímica.
Es Importante
entender que los niveles emocionales están trabajando en otra escala, que su situación
de necesidades bioquímicas es diferente al nuestro. Estos les hace ser muy
variables en sus conductas y estados de ánimos son rápidamente cambiantes.
Asumir todos
estos cambios nos ayudara a comprender multitud de situaciones que a priori son
incomprensibles.
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